30. Porque en ese día tendrá lugar la expiación por ustedes y serán purificados en presencia del Señor de todas sus transgresiones.
31. Será para ustedes un sábado de descanso absoluto y de ayuno; es una norma perpetua.
32. La expiación la hará el sacerdote que haya sido ungido y consagrado para la función sacerdotal en lugar de su padre; la hará vestido con las ropas de lino, las ropas sagradas.