10. Todos los nobles y toda la gente que se habían comprometido mediante el pacto a liberar a su esclavo o a su esclava, de modo que no volvieran a servirles, los dejaron en libertad tras escuchar lo estipulado.
11. Pero después se desdijeron e hicieron volver a los esclavos y esclavas que previamente habían puesto en libertad, reduciéndolos así a su condición previa.
12. Entonces Jeremías recibió esta palabra de parte del Señor:
13. —Así dice el Señor, Dios de Israel: Yo pacté una alianza con los antepasados de ustedes cuando los saqué del país de Egipto, de la casa de la esclavitud, en estos términos:
14. Pasados siete años, dejarán en libertad al hermano hebreo que hayan comprado y que les haya servido durante seis años; lo dejarán marchar libre. Pero sus antepasados no me escucharon ni me prestaron atención.
15. Ahora se habían convertido y habían hecho lo que considero justo: proclamar una remisión entre ustedes sellando un pacto en mi presencia, en el Templo que lleva mi nombre.
16. Pero se han arrepentido de lo hecho y han profanado mi nombre, haciendo volver cada cual a su esclavo o esclava, después de haberlos dejado en libertad, y los han reducido así a su condición previa.
17. Por eso, así dice el Señor: Por no haber hecho caso a mi deseo de que cada cual proclamase la liberación de su hermano y su prójimo, ahora voy a proclamar yo —oráculo del Señor— la liberación por la espada, la peste y el hambre, y voy a hacer de ustedes ejemplo de escarmiento para todos los reinos de la tierra.
18. A quienes rompieron mi pacto y no cumplieron lo convenido en el pacto sellado en mi presencia, los trataré como al novillo que partieron para pasar entre sus dos mitades.
19. A los dignatarios de Judá y de Jerusalén, a los eunucos, sacerdotes y a toda la gente que pasó entre las dos mitades del novillo,