Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jeremías 2:19-34 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

19. Tu propia maldad te castigará,tu apostasía te va a escarmentar;recuerda bien que es malo y amargoabandonar al Señor, tu Dios,y no sentir respeto por mí—oráculo de Dios, Señor del universo—.

20. Hace mucho que te has sacudido el yugoy has hecho trizas tus correas diciendo:«No volveré a ser esclavo».Y en toda colina elevada,bajo cualquier árbol frondosote tumbas como una prostituta.

21. ¡Y pensar que yo te plantévid selecta, de cepa noble!¿Cómo te me has hecho extraña,degenerando en viña bastarda?

22. Aunque te laves con sosay uses cantidad de jabón,tu culpa sigue presente ante mí—oráculo del Señor Dios—.

23. ¿Cómo dices: «No estoy contaminada,no he andado detrás de los baales»?¡Mira tu conducta en el valle,reconoce todo lo que has hecho!,camella alocada, sin rumbo,

24. asna habituada al desierto,que en pleno celo ventea.¿Quién controlará su pasión?No se fatiga quien la ansía,siempre la encuentra dispuesta.

25. No dejes tus pies descalzos,no permitas que se seque tu garganta.Pero dices: «Eso sí que no.Estoy enamorada de extranjerosy pienso caminar tras ellos».

26. Como siente vergüenza el ladrón sorprendido,avergonzado quedará Israel:ellos, sus reyes y sus príncipes,también sus sacerdotes y profetas;

27. los que dicen a un leño: «Tú eres mi padre»,y a un trozo de piedra: «Tú me has parido».Me vuelven la espalda, sin mirarme;mas llega el desastre y me dicen:«Ven, sálvanos».

28. ¿Dónde están los dioses que te fabricaste?¡Que vengan a salvarte cuando llega el desastre!¡Pues son tantos tus diosescuantas son tus ciudades, Judá!

29. ¿Por qué pleitean conmigocuando son ustedes los rebeldes?

30. En vano castigué a sus hijos,pues no han aprendido la lección.Su espada devoró a los profetas,lo mismo que un león depredador.

31. Los de esta generación,presten atención a la palabra del Señor.¿Soy un desierto para Israel,quizás una tierra tenebrosa?¿Por qué dice mi pueblo: «Nos vamos,no pensamos volver ya a ti»?

32. ¿Se olvida una joven de sus joyas?¿Una novia, de sus atavíos?Pues hace infinidad de tiempoque mi pueblo se ha olvidado de mí.

33. ¡Qué bien te preparaste el caminopara ir en busca de tus amores!¡Qué bien te has acostumbradoa los caminos del mal!

34. Pues también en tus manos hay sangrede gente inocente y desvalidaque no habías sorprendidocometiendo un acto delictivo.Y, encima de todo esto,

Leer capítulo completo Jeremías 2