Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 37:27-38 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

27. Sus habitantes, impotentes,espantados y humillados,son como hierba del campo,como césped de pastizal,como verdín de los tejados,como mies agostada antes de sazón.

28. Se bien si te levantas o te sientas,conozco tus idas y venidas;cuando te enfureces contra mí.

29. Puesto que ha llegado a mis oídostu furia y tu arrogancia contra mí,pondré mi garfio en tu narizy mi argolla en tu hocico,y te haré volver por el caminopor donde habías venido.

30. Y esto, Ezequías, te servirá de señal: este año comerán lo que retoñe; y el siguiente, lo que nazca sin sembrar. Pero el tercer año sembrarán y cosecharán; plantarán viñas y comerán sus frutos.

31. El resto superviviente de Judá volverá a echar raíces por abajo y a producir fruto por arriba,

32. pues un resto saldrá de Jerusalén y habrá supervivientes en el monte de Sión. El amor apasionado del Señor del universo lo cumplirá.

33. Por eso, así dice el Señor acerca del rey de Asiria:No entrará en esta ciudadni disparará flechas contra ella,no la cercará con escudosni la asaltará con rampas.

34. Volverá por donde vinoy no entrará en esta ciudad—oráculo del Señor—.

35. Protegeré a esta ciudad para salvarla,por mi honor y el de David, mi servidor.

36. El enviado del Señor irrumpió en el campamento asirio y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados; al levantarse los asirios por la mañana, no había más que cadáveres.

37. Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, regresó a Nínive y se quedó allí.

38. Y un día, mientras estaba orando en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramélec y Saréser lo asesinaron y huyeron al país de Ararat. Su hijo Asaradón le sucedió como rey.

Leer capítulo completo Isaías 37