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Isaías 36:15-22 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

15. Que Ezequías no los haga confiar en el Señor, diciendo: “Estoy convencido de que el Señor nos salvará y no entregará esta ciudad en poder del rey de Asiria”.

16. No hagan caso a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: “Hagan la paz conmigo y ríndanse a mí; de esta manera cada cual podrá seguir comiendo los frutos de su parra y de su higuera; y podrá seguir bebiendo agua de su pozo,

17. hasta que yo vaya en persona y los lleve a una tierra como la de ustedes, una tierra de grano y de mosto, una tierra de mieses y viñas”.

18. Que no los engañe Ezequías diciendo que el Señor los librará. ¿Acaso los dioses de otras naciones las han podido librar del poder del rey de Asiria?

19. ¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arpad? ¿Dónde los dioses de Sefarváin? ¿Acaso fueron capaces de librar a Samaría de mi poder?

20. Si ninguno de los dioses de esos países pudo librarlos de mi ataque, ¿piensan que el Señor podrá librar a Jerusalén?».

21. Ellos callaron, sin responder palabra, pues el rey había ordenado que no le respondieran.

22. Entonces el mayordomo de palacio Eliaquín, hijo de Jelcías, junto con el secretario Sobná y el canciller Joaj, hijo de Asaf, se presentaron ante Ezequías con las ropas rasgadas y le transmitieron el mensaje del copero mayor.

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