Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 44:17-30 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

17. Pero José dijo:—¡Lejos de mí hacer tal cosa! Solo aquel en cuyo poder fue hallada la copa será mi esclavo. Los demás pueden regresar tranquilos a casa de su padre.

18. Entonces Judá se acercó a José y le dijo:—Te ruego, mi señor, que permitas a este siervo tuyo hablarte en privado, sin que te enfades conmigo, porque tú eres como el faraón.

19. Cuando mi señor nos preguntó si todavía teníamos padre o algún hermano,

20. nosotros contestamos a mi señor que teníamos un padre anciano y un hijo que le nació ya en su vejez. Nuestro padre quiere muchísimo a este hijo porque es el único que le queda de la misma madre, ya que el otro murió.

21. Entonces, mi señor, nos pediste que lo trajéramos, porque querías verlo.

22. Nosotros dijimos a mi señor que el joven no podía dejar a su padre porque, si lo hacía, el padre moriría.

23. Pero mi señor insistió y nos advirtió que, si no traíamos a nuestro hermano menor, no seríamos recibidos por ti.

24. Entonces regresamos adonde vive tu siervo, mi padre, y le comunicamos las palabras de mi señor.

25. Y cuando nuestro padre nos mandó que volviéramos a comprar más alimento,

26. nosotros le respondimos que no podíamos bajar sin nuestro hermano menor, porque no seríamos recibidos por aquel hombre a no ser que nuestro hermano menor viniera con nosotros.

27. A lo que tu siervo, mi padre, respondió: «Ya saben que mi mujer me dio dos hijos;

28. uno de ellos se fue de mi lado y pienso que lo descuartizó una fiera, porque no he vuelto a verlo.

29. Si arrancan de mi lado también al otro hijo y le pasa alguna desgracia, ustedes tendrán la culpa de que este pobre viejo se muera de pena».

30. La vida, pues, de mi padre, tu siervo, está tan unida a la vida del muchacho que, si el muchacho no va con nosotros cuando yo regrese,

Leer capítulo completo Génesis 44