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Génesis 42:25-36 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

25. Después ordenó que les llenaran los costales de grano, que devolvieran a cada uno su dinero poniéndolo dentro de cada costal, y que les dieran provisiones para el camino. Así se hizo.

26. Entonces ellos cargaron el grano sobre sus asnos y se fueron de allí.

27. Cuando se detuvieron para pasar la noche, uno de ellos abrió su costal para dar de comer a su asno y vio que su dinero estaba allí, en la boca del costal.

28. Entonces dijo a sus hermanos:—¡Me han devuelto el dinero! Miren, ¡aquí está en mi costal!Se les encogió el corazón del susto y se decían unos a otros temblando:—¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?

29. Al llegar adonde estaba su padre Jacob, en Canaán, le contaron todo lo que les había pasado:

30. —El hombre que gobierna aquel país nos trató con rudeza y nos acusó de estar espiando su país.

31. Pero nosotros le dijimos: «Somos gente honrada y no espías;

32. éramos doce hermanos, hijos del mismo padre; uno ya no está con nosotros y el menor se ha quedado en Canaán con nuestro padre».

33. Pero aquel hombre, el señor del país, nos dijo: «Voy a comprobar si son gente honrada: dejen aquí conmigo a uno de sus hermanos mientras los demás llevan algo de grano para calmar el hambre de sus familias;

34. pero a la vuelta deberán traer a su hermano menor. Así sabré que no son espías, sino gente honrada; entonces les devolveré a su hermano y podrán comerciar en mi país».

35. Cuando vaciaron sus costales, se encontraron con que la bolsa de dinero de cada uno estaba allí. Esto hizo que ellos y su padre se llenaran de preocupación.

36. Entonces su padre, Jacob, les dijo:—¡Me van a dejar sin hijos! José ya no está con nosotros, Simeón tampoco está aquí, ¡y ahora me van a quitar a Benjamín! ¡Todo se vuelve contra mí!

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