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Génesis 29:7-21 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

7. Entonces Jacob les dijo:—Quedan muchas horas de luz y no es aún el momento de recoger el ganado. Abreven, pues, las ovejas y llévenlas a pastar.

8. Y ellos respondieron:—No podemos hacer eso hasta que no lleguen todos los rebaños y se retire la piedra que está sobre la boca del pozo; solamente entonces podremos abrevar las ovejas.

9. Mientras Jacob hablaba con ellos, llegó Raquel con las ovejas de su padre, que ella misma pastoreaba.

10. Cuando Jacob vio a Raquel, hija de su tío materno Labán, con las ovejas de este, quitó la piedra que tapaba la boca del pozo y abrevó las ovejas de su tío Labán.

11. Luego saludó a Raquel con un beso y rompió a llorar.

12. Cuando Jacob le explicó a Raquel que él era hijo de Rebeca y sobrino de Labán, ella salió corriendo a dar la noticia a su padre.

13. Al oír Labán las noticias acerca de su sobrino Jacob, salió a su encuentro y, entre abrazos y besos, lo llevó a su casa. Y cuando Jacob le contó todo lo que había sucedido,

14. Labán le dijo:—¡No cabe duda de que perteneces a mi familia!Jacob se quedó con Labán durante un mes.

15. Un día, Labán dijo a Jacob:—Tú eres pariente mío, pero no por eso has de trabajar gratis para mí. Dime qué salario quieres que te pague.

16. Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lía y la menor Raquel.

17. Lía tenía unos ojos apagados; Raquel, en cambio, era hermosa de los pies a la cabeza.

18. Como Jacob se había enamorado de ella, contestó a Labán:—Trabajaré siete años a tu servicio para casarme con Raquel, tu hija menor.

19. Labán le contestó:—Es mejor que te la entregue a ti, y no a un extraño. Quédate conmigo.

20. Y así Jacob trabajó por Raquel durante siete años, pero estaba tan enamorado de ella que le parecieron unos pocos días.

21. Pasado ese tiempo, Jacob dijo a Labán:—Ya se ha cumplido el tiempo, dame a mi mujer para que me una a ella.

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