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Génesis 27:13-30 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

13. Su madre le dijo:—Caiga sobre mí esa maldición, hijo mío. Tú haz lo que te digo y tráeme esos cabritos.

14. Jacob fue en busca de los cabritos, se los llevó a su madre y ella preparó el guiso como a su padre le gustaba.

15. Después Rebeca tomó la ropa de su hijo mayor Esaú, el mejor vestido que guardaba en casa, y se lo vistió a Jacob, su hijo menor.

16. Con la piel de los cabritos le cubrió las manos y la parte lampiña del cuello,

17. y puso en las manos de su hijo Jacob el guiso y el pan que había preparado.

18. Jacob entró adonde estaba su padre y le dijo:—¡Padre!Isaac respondió:—Aquí estoy. ¿Quién eres tú, hijo mío?

19. Jacob dijo:—Soy Esaú, tu primogénito. Ya hice lo que me pediste. Ven, incorpórate para comer de lo que he cazado, y después me darás tu bendición.

20. Isaac dijo a su hijo:—¡Qué pronto has encontrado caza!Jacob respondió:—El Señor tu Dios me la puso al alcance.

21. Pero Isaac le dijo:—Acércate, hijo mío, deja que te palpe para saber si de veras eres o no mi hijo Esaú.

22. Y Jacob se acercó a Isaac, su padre, que palpándolo dijo:—La voz es la de Jacob, pero las manos son de Esaú.

23. Así que no lo reconoció porque sus manos eran velludas como las de su hermano Esaú. Ya se disponía a bendecirlo

24. cuando volvió a preguntarle:—¿Eres tú de verdad mi hijo Esaú?Jacob contestó:—Lo soy.

25. Entonces su padre le dijo:—Sírveme de lo que has cazado, hijo mío, para que coma, y te daré mi bendición.Jacob sirvió de comer a su padre, y comió; también le sirvió vino, y bebió.

26. Después Isaac, su padre, le dijo:—Acércate ahora, hijo mío, y bésame.

27. Cuando Jacob se acercó para besarlo, Isaac le olió la ropa. Entonces lo bendijo con estas palabras:«El aroma de mi hijoes como el aroma de un campoque el Señor ha bendecido.

28. Que Dios te conceda del cielo el rocío,y de la tierra una abundante cosechade vino y de trigo.

29. Que tengas pueblos por vasallosy naciones se inclinen ante ti.Que seas señor de tus hermanosy ante ti se postren los hijos de tu madre.¡Maldito sea quien te maldiga,y quien te bendiga, bendito sea!».

30. Apenas había terminado Isaac de bendecir a Jacob y de salir este de donde estaba su padre, cuando volvió de cazar Esaú, su hermano.

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