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Ezequiel 43:1-11 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Después me condujo al pórtico oriental.

2. En aquel momento la gloria del Dios de Israel llegaba por el este: oí un ruido, como el estruendo de aguas caudalosas, y su gloria llenó de resplandor la tierra.

3. La visión se parecía a la que tuve cuando el Señor vino a destruir la ciudad y a la que había presenciado a orillas del río Quebar. Entonces caí rostro en tierra,

4. al tiempo que la gloria del Señor llegaba al Templo en dirección al pórtico oriental.

5. El espíritu me puso en pie y me llevó al atrio interior mientras la gloria del Señor llenó el Templo.

6. Oí entonces que alguien me hablaba desde el interior del Templo, y advertí que junto a mí había un hombre.

7. Me dijo:—Hijo de hombre, este es el lugar donde se asienta mi trono, el estrado de mis pies, donde voy a habitar para siempre en medio de los israelitas*. Ni los israelitas ni sus reyes volverán a profanar mi nombre santo con su conducta inmoral y con los mausoleos que erigen tras la muerte de sus reyes.

8. Cuando pusieron su umbral junto al mío y sus jambas junto a la mía, de modo que solo había una pared que nos separase, profanaron mi santo nombre con sus abominaciones, y entonces los consumí con mi cólera.

9. De ahora en adelante alejarán de mí su conducta inmoral y sus mausoleos reales, y habitaré en medio de ellos para siempre.

10. En cuanto a ti, hijo de hombre, describe este Templo a los israelitas, para que se avergüencen de sus pecados. Cuando observen sus medidas y estructura,

11. se avergonzarán de todo lo que han hecho. Infórmales del plano y la estructura del Templo, de sus salidas y entradas, y de todas las instrucciones y disposiciones sobre él. Dibújalo ante ellos para que puedan respetar todas las instrucciones y disposiciones, y las cumplan.

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