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Ezequiel 24:7-23 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

7. Sigue todavía ensangrentaday su sangre está esparcida sobre roca;no ha sido derramada por el suelopara cubrirla después con tierra.

8. Para que la cólera estalley se cumpla la venganza,he esparcido su sangresobre roca pelada:así no será cubierta.

9. Por eso, así dice el Señor Dios:¡Ay de la ciudad sanguinaria!Yo mismo agrandaré la pira:

10. trae más cantidad de leña,enciende el fuego,deja que se cueza la carne,retira el caldo,que se quemen los huesos.

11. Déjala vacía sobre las brasas,haz que se caliente a topepara que el bronce se ponga al rojo;así se desprenderá su roñay se consumirá su herrumbre.

12. Pero, a pesar de los esfuerzos,no desaparece la roña,ni con fuego se le quita.

13. He intentado purificarte de tu impureza y tú no te has dejado; pues bien, no quedarás limpia hasta que descargue mi cólera en ti.

14. Yo, el Señor, he hablado de lo que va a suceder y lo haré. No me contendré, no tendré misericordia ni me compadeceré. Te juzgarán conforme a tu conducta y tus acciones —oráculo del Señor Dios—.

15. El Señor me dirigió la palabra:

16. —Hijo de hombre, voy a quitarte de repente la delicia de tus ojos. Pero no harás duelo ni llorarás, ni derramarás una sola lágrima.

17. Suspira en silencio, no hagas duelo de difuntos; ponte el turbante, cálzate las sandalias, no te cubras la barba ni comas el pan de duelo.

18. Yo hablé a la gente por la mañana, y por la tarde murió mi esposa. A la mañana siguiente hice lo que se me había ordenado.

19. La gente me dijo:—¿No nos explicas qué relación tiene con nosotros lo que estás haciendo?

20. Yo les respondí:—Es que el Señor me ha hablado así:

21. Di a los israelitas: Esto dice el Señor Dios: Voy a profanar mi santuario, manifestación del orgullo y poder de ustedes, delicia de sus ojos, aquello por lo que suspiran apasionados. Los hijos e hijas que dejaron caerán a espada.

22. Harán lo mismo que yo: no se cubrirán la barba ni comerán pan de duelo;

23. se pondrán el turbante y se calzarán las sandalias; no harán duelo ni llorarán. Se consumirán pensando en sus culpas y gemirán los unos por los otros.

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