Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 20:16-24 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

16. Lo hice porque habían despreciado mis preceptos y no se habían conducido conforme a mis normas, porque habían profanado mis sábados y sus pensamientos se habían extraviado tras sus ídolos.

17. Pero me compadecí al verlos en la fosa y no acabé con ellos en el desierto.

18. Dije a sus hijos en el desierto: No se conduzcan conforme a las normas de sus antepasados, no sigan sus costumbres y no se contaminen con sus ídolos.

19. Yo soy el Señor su Dios; condúzcanse conforme a mis normas, observen mis preceptos y cúmplanlos;

20. respeten la santidad de mis sábados, pues servirán de signo de mi unión con ustedes, para que así reconozcan que yo soy el Señor, su Dios.

21. Pero también los hijos se rebelaron contra mí: no se condujeron conforme a mis normas, no observaron ni pusieron en práctica mis preceptos, que dan vida a la persona que los cumple, y profanaron mis sábados. Pensé entonces derramar mi cólera sobre ellos y desahogar mi ira contra ellos en el desierto.

22. Pero retiré mi mano y actué teniendo en cuenta mi reputación, para no quedar en mal lugar ante las naciones, que eran testigos de que los había sacado de Egipto.

23. Y volví a jurar solemnemente en el desierto que los dispersaría entre las naciones y que los aventaría por los países.

24. Lo hice porque no habían cumplido mis preceptos, habían despreciado mis normas, habían profanado mis sábados y se habían dejado seducir por los ídolos de sus antepasados.

Leer capítulo completo Ezequiel 20