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Ezequiel 11:3-20 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

3. Dicen: «¿No está ya cerca el tiempo de construir casas? La ciudad es la olla y nosotros la carne».

4. Así pues, profetiza contra ellos; profetiza, hijo de hombre.

5. Me invadió el espíritu del Señor y me dijo:—Habla a la gente y diles: Esto dice el Señor: Eso es lo que han hablado, pueblo de Israel; conozco su espíritu altanero.

6. Han multiplicado los cadáveres en esta ciudad, han llenado sus calles de muertos.

7. Por eso, así dice el Señor Dios: Los muertos que han dejado tirados en la ciudad son la carne, y la ciudad es la olla; pero pienso sacarlos de en medio de ella.

8. Ya que temen la espada, voy a traerla contra ustedes —oráculo del Señor Dios—.

9. Los sacaré de en medio de ella y los entregaré a extranjeros; de esta forma los juzgaré.

10. Caerán a espada; los juzgaré en el territorio de Israel, para que ustedes sepan que yo soy el Señor.

11. Ya no les servirá de olla, ni ustedes serán la carne, pues los juzgaré en territorio de Israel.

12. Así reconocerán que yo soy el Señor y que no se han conducido según mis preceptos ni han puesto en práctica mis normas, pues han obrado según las costumbres de los pueblos que los rodean.

13. Mientras estaba profetizando, murió Pelatías, hijo de Benaías. Yo caí rostro en tierra y dije entre gritos:—¡Ay, Señor mi Dios! ¿Vas a exterminar al resto de Israel?

14. El Señor me dirigió la palabra:

15. —Hijo de hombre, los habitantes de Jerusalén dicen de sus parientes, de sus familiares y de toda la comunidad de Israel: «Esos están lejos del Señor. A nosotros se nos ha dado el país en herencia».

16. Así pues, diles: Esto dice el Señor Dios: Cuando los llevé a naciones lejanas y los dispersé por otros países, yo fui su santuario, por poco tiempo, en los países adonde llegaron.

17. Por eso, así dice el Señor Dios: Los recogeré de entre los pueblos y los reuniré de entre los países por donde los dispersé; y les daré la tierra de Israel.

18. Cuando vuelvan, retirarán de ella todos sus ídolos y abominaciones.

19. Les daré otro corazón y derramaré en medio de ellos un espíritu nuevo; les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne,

20. para que vivan según mis preceptos y respeten mis normas y las cumplan. De esta manera ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.

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