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Éxodo 4:15-26 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

15. Tú le indicarás lo que debe decir; yo estaré en la boca de ustedes cuando hablen, y les daré instrucciones acerca de lo que deben hacer.

16. Él hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz, y tú harás para él las veces de Dios.

17. Lleva contigo esta vara, pues con ella harás prodigios.

18. Moisés volvió a casa de su suegro Jetró, y le dijo:—Déjame ir a Egipto. Tengo que regresar adonde están mis hermanos, para ver si siguen vivos.Respondió Jetró:—Vete en paz.

19. Y es que el Señor le había dicho a Moisés en Madián: «Regresa a Egipto porque ya han muerto todos los que querían matarte».

20. Así que Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en el asno y emprendió el regreso a Egipto. En su mano llevaba la vara de Dios.

21. El Señor le dijo:—Cuando regreses a Egipto, recuerda todos los prodigios que te he concedido realizar. Hazlos delante del faraón; aunque yo haré que se muestre intransigente y no deje salir a los israelitas.

22. Entonces dirás al faraón:—Esto es lo que ha dicho el Señor: Israel es mi hijo, mi primogénito.

23. Te ordeno que dejes salir a mi hijo para que me rinda culto. Si te niegas a dejarlo salir, yo daré muerte a tu hijo primogénito.

24. Y sucedió que, mientras iban camino de Egipto, el Señor atacó a Moisés en una posada con intención de matarlo.

25. Entonces Séfora cogió un pedernal afilado, cortó el prepucio a su hijo y, tocando con el prepucio los genitales de Moisés, exclamó:—Eres mi esposo de sangre.

26. El Señor se alejó de Moisés cuando ella lo llamó «esposo de sangre» por lo de la circuncisión.

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