Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Éxodo 32:9-14 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

9. El Señor continuó diciendo:—Me estoy dando cuenta de que este pueblo es muy testarudo.

10. Déjame, pues, que descargue mi ira contra ellos y los aniquile. Y tú serás el que dé origen a una gran nación.

11. Entonces Moisés intentó aplacar el furor del Señor, su Dios, diciendo:—Señor, ¿por qué vas a descargar tu ira contra tu pueblo, el mismo en favor del que hiciste uso de tu gran fuerza y poder para sacarlo de Egipto?

12. ¿Acaso vas a permitir que los egipcios digan: «Con malos fines los sacó Dios; lo hizo para matarlos en las montañas y borrarlos de la faz de la tierra»? No te dejes llevar por la ira y renuncia al castigo que pensabas para tu pueblo.

13. Acuérdate de tus siervos Abrahán, Isaac e Israel, a quienes hiciste solemne promesa diciendo: «Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo y daré a sus descendientes como herencia perpetua la tierra de la que les he hablado».

14. Entonces el Señor renunció a aplicar el castigo con que había amenazado a su pueblo.

Leer capítulo completo Éxodo 32