Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Eclesiastés 4:8-17 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. una persona sola, sin nadie, sin hijos ni hermanos, que se fatiga sin descanso y no se harta de riquezas: ¿Para quién se fatiga, privándose de la felicidad? También esto es pura ilusión y mal asunto.

9. Mejor dos que uno, pues obtienen mayor recompensa en sus fatigas.

10. Porque, si caen, uno levantará al otro. Pero, ¡ay si uno cae sin tener a nadie que lo levante!

11. Si dos se acuestan juntos, se calientan; pero uno solo, ¿cómo se calentará?

12. Uno puede ser vencido; dos, en cambio, resisten mejor; pues no se rompe fácilmente una cuerda de tres cabos.

13. Más vale muchacho pobre y listo, que rey viejo y tonto, incapaz de aceptar consejos,

14. aunque el muchacho llegue a reinar tras salir de la prisión o haya nacido pobre en el reino.

15. Y he visto a todos los vivientes que se mueven bajo el sol seguir a ese muchacho como sucesor del rey:

16. era inmenso el gentío al que gobernaba. Pero los que vengan después tampoco estarán contentos con él, porque también esto es pura ilusión y vano afán.

17. Cuando vayas al Templo, vigila tus pasos: si te acercas, hazlo para escuchar y no para ofrecer sacrificios propios de necios que ignoran que obran mal.

Leer capítulo completo Eclesiastés 4