Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Eclesiastés 3:16-22 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

16. He observado otra cosa bajo el sol:en la sede del derecho, el delito;en el tribunal de justicia, la injusticia.

17. Y pensé: Dios juzgará al justo y al injusto, pues hay un tiempo para cada cosa y para cada acción.

18. Me puse a reflexionar sobre la conducta de los seres humanos: Dios los prueba para demostrarles que son como animales.

19. En efecto, seres humanos y animales comparten un mismo destino: la muerte de estos es como la muerte de aquellos y todos tienen un mismo aliento vital, sin que el ser humano aventaje al animal, pues todo es ilusión.

20. Todos van al mismo sitio:todos proceden del polvoy todos vuelven al polvo.

21. Nadie sabe si el aliento vital de los seres humanos sube a las alturas y el de los animales cae bajo tierra.

22. Por eso, he descubierto que para el ser humano no hay más felicidad que disfrutar de sus obras, porque esa es su recompensa. Pues nadie lo traerá a ver lo que sucederá después de él.

Leer capítulo completo Eclesiastés 3