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Eclesiastés 2:15-26 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

15. Y entonces me dije: si el destino del necio será mi destino, ¿de qué me sirve haber sido más sabio? Y pensé que también esto era ilusión,

16. pues no quedará memoria duradera ni del sabio ni del necio; en los años venideros ya todo estará olvidado. ¿Acaso no muere el sabio igual que el necio?

17. Llegué a odiar la vida, pues me disgustaba cuanto se hacía bajo el sol. Porque todo es pura ilusión y vano afán.

18. Llegué a odiar también todos mis fatigosos trabajos que he realizado bajo el sol, y cuyo fruto habré de dejar a mi sucesor.

19. ¿Y quién sabe si será sabio o necio? Pero él se apropiará de todo el trabajo que yo hice con fatiga y sabiduría. ¡También esto es ilusión!

20. Así que terminé decepcionado de todo mi trabajo y fatiga bajo el sol.

21. Porque a menudo quien trabaja con sabiduría, ciencia y eficacia tiene que dejar su recompensa a quien no la ha trabajado. ¡También esto es ilusión y gran desgracia!

22. ¿Qué le queda, entonces, al ser humano de todas las fatigas y afanes que lo atarean bajo el sol?

23. Todos sus días son dolorosos, su tarea penosa, y ni de noche descansa. ¡También esto es ilusión!

24. No hay para el ser humano más felicidad que comer, beber y disfrutar de su trabajo, pues he descubierto que también esto es don de Dios,

25. y nadie come ni disfruta sin su consentimiento.

26. A quien le agrada, Dios le concede sabiduría, ciencia y alegría; pero al pecador le impone la tarea de recoger y acumular para dejárselo al que agrada a Dios. ¡También esto es ilusión y vano afán!

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