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Eclesiastés 2:12-25 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

12. Volví a reflexionar sobre la sabiduría, la insensatez y la necedad, pues ¿qué puede hacer el sucesor del rey? Repetir lo ya hecho.

13. Y observé que la sabiduría era más provechosa que la necedad, como la luz es más provechosa que la oscuridad.

14. El sabio tiene los ojos abiertosy el necio camina a oscuras.Pero yo también sé que un mismo destino aguarda a ambos.

15. Y entonces me dije: si el destino del necio será mi destino, ¿de qué me sirve haber sido más sabio? Y pensé que también esto era ilusión,

16. pues no quedará memoria duradera ni del sabio ni del necio; en los años venideros ya todo estará olvidado. ¿Acaso no muere el sabio igual que el necio?

17. Llegué a odiar la vida, pues me disgustaba cuanto se hacía bajo el sol. Porque todo es pura ilusión y vano afán.

18. Llegué a odiar también todos mis fatigosos trabajos que he realizado bajo el sol, y cuyo fruto habré de dejar a mi sucesor.

19. ¿Y quién sabe si será sabio o necio? Pero él se apropiará de todo el trabajo que yo hice con fatiga y sabiduría. ¡También esto es ilusión!

20. Así que terminé decepcionado de todo mi trabajo y fatiga bajo el sol.

21. Porque a menudo quien trabaja con sabiduría, ciencia y eficacia tiene que dejar su recompensa a quien no la ha trabajado. ¡También esto es ilusión y gran desgracia!

22. ¿Qué le queda, entonces, al ser humano de todas las fatigas y afanes que lo atarean bajo el sol?

23. Todos sus días son dolorosos, su tarea penosa, y ni de noche descansa. ¡También esto es ilusión!

24. No hay para el ser humano más felicidad que comer, beber y disfrutar de su trabajo, pues he descubierto que también esto es don de Dios,

25. y nadie come ni disfruta sin su consentimiento.

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