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Deuteronomio 8:10-20 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

10. entonces, comerás hasta saciarte y bendecirás al Señor tu Dios por la fabulosa tierra que te habrá dado.

11. Pero, ten mucho cuidado, no sea que te olvides del Señor tu Dios y dejes de cumplir los estatutos, normas y preceptos que yo te prescribo hoy.

12. No suceda que cuando hayas comido hasta saciarte, cuando hayas construido confortables casas en que habitar,

13. cuando se multipliquen tus vacas y ovejas, y tu oro y plata sean abundantes y se acrecienten todas tus riquezas,

14. te envanezcas y te olvides del Señor tu Dios, que te liberó de la esclavitud de Egipto;

15. que te hizo caminar por aquel desierto inmenso y espantoso habitado por serpientes venenosas y escorpiones; que en esa tierra reseca y sedienta hizo brotar de la dura roca agua para ti;

16. que te alimentó en el desierto con el maná, un alimento que no conocieron tus antepasados. El Señor te afligió y te probó, para al final hacerte dichoso.

17. Que no se te ocurra pensar: «He alcanzado esta prosperidad gracias a mi esfuerzo y mis propios medios».

18. Recuerda que ha sido el Señor tu Dios quien te ha dado las fuerzas para obtener esa prosperidad; así ha confirmado hoy la alianza que juró a tus antepasados.

19. Pero si llegas a olvidarte del Señor tu Dios y sigues a otros dioses, rindiéndoles culto y adorándolos, ten por seguro, desde ahora, que perecerán irremisiblemente.

20. De la misma manera que el Señor va a ir destruyendo a las naciones que encuentren a su paso, así perecerán también ustedes por haber desobedecido al Señor su Dios.

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