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Deuteronomio 4:6-15 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

6. Obedézcanlos puntualmente, y así mostrarán a los demás pueblos lo sabios y prudentes que son. Cuando oigan hablar de sus leyes, dirán: «¡Qué sabiduría y sensatez tiene esa gran nación!».

7. ¿Existe acaso alguna nación tan grande que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está de nosotros el Señor, nuestro Dios, cada vez que lo invocamos?

8. Y ¿qué nación hay tan grande cuyos preceptos y normas sean tan justas como toda esta ley que yo les promulgo hoy?

9. Pero ten cuidado, no permitas que se te olviden las cosas que han visto tus ojos ni dejes que se aparten de tu memoria en todos los días de tu vida; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos.

10. El día en que estuviste delante del Señor tu Dios, en el Horeb, cuando el Señor me dijo: «Reúneme al pueblo y les haré escuchar mis palabras, para que aprendan a respetarme mientras vivan en la tierra y se las enseñen a sus hijos»,

11. ustedes se acercaron y permanecieron al pie de la montaña, mientras la montaña ardía envuelta en llamas que llegaban hasta el corazón del cielo, en medio de oscuros y densos nubarrones.

12. El Señor les habló desde el fuego: ustedes oían rumor de palabras, pero no veían figura alguna; solamente escuchaban una voz.

13. Así les reveló su alianza y les mandó cumplir los diez mandamientos que escribió en dos losas de piedra:

14. Y a mí el Señor me mandó entonces que les enseñase los preceptos y normas que habían de cumplir en la tierra donde van a entrar para tomar posesión de ella.

15. El día que el Señor les habló desde el fuego en el Horeb, no vieron figura alguna. Por lo tanto, cuídense mucho

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