Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Deuteronomio 4:30-43 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

30. Cuando al cabo de los años hayas pasado por estos sufrimientos y angustias, entonces te volverás al Señor tu Dios y le obedecerás,

31. porque el Señor tu Dios es un Dios misericordioso, que no te abandonará ni te aniquilará ni se olvidará de la alianza que con juramento hizo a tus antepasados.

32. Pregunta, si no, a los tiempos pasados que te precedieron, remontándote al día en que Dios creó al ser humano sobre la tierra, a ver si de un extremo a otro del cielo ha sucedido algo tan admirable o se ha oído cosa semejante.

33. ¿Acaso existe algún pueblo que, como ustedes, haya oído a Dios hablándole desde el fuego y continúe con vida?

34. ¿Acaso algún dios se ha atrevido a tomar para sí a un pueblo en medio de otro, con tantas pruebas, milagros y prodigios, combatiendo con poder y destreza sin igual, y realizando tremendas hazañas, como realizó por ustedes y ante sus ojos el Señor, su Dios, en Egipto?

35. Pues a ti te ha mostrado el Señor todo esto para que sepas que solo él es Dios y no hay otro fuera de él.

36. Desde el cielo te permitió escuchar su voz para instruirte, y en la tierra te permitió ver su gran fuego mientras escuchabas sus palabras que salían del fuego.

37. Por amor a tus antepasados y porque escogió a su descendencia después de ellos, el Señor en persona te sacó de Egipto con gran poder;

38. expulsó delante de ti a naciones más numerosas y fuertes que tú, te condujo a su tierra y te la dio en posesión, como está hoy a la vista.

39. Así que reconoce hoy y convéncete de que el Señor es el único Dios: ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay ningún otro.

40. Cumple sus normas y preceptos que hoy te prescribo. De este modo serán dichosos tú y tus hijos después de ti, y vivirán mucho tiempo en la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre.

41. Moisés escogió entonces tres ciudades al este del Jordán,

42. para que, refugiándose en una de estas ciudades, pudiera buscar asilo y salvar su vida el homicida que sin querer y sin previa enemistad hubiese matado a su prójimo.

43. Estas ciudades fueron: para los rubenitas, Béser, que está situada en la zona desértica de la meseta; para los gaditas, Ramot de Galaad; y para los manasitas, Golán, en Basán.

Leer capítulo completo Deuteronomio 4