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Deuteronomio 32:33-50 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

33. su vino es veneno de víbora,¡ponzoña mortal de serpientes!

34. Todo esto lo tengo guardado,atesorado en mi recuerdo,

35. para el día de la venganza, cuando llegue el tiempo de darles su merecido,el momento de su caída.Porque se apresura su desastre,su ruina es inminente.

36. El Señor saldrá en defensa de su pueblocuando lo vea desfallecer;se compadecerá de sus siervoscuando ya no queden ni esclavos ni libres.

37. Entonces dirá: ¿Dónde están ahora sus dioses,la roca en la cual buscaron refugio,

38. los que comían la grasa de sus sacrificiosy bebían el vino de sus ofrendas?¡Que se levanten a ayudarlos!¡Que vengan a protegerlos!

39. ¡Vean ahora que yo soy el único Dios!No hay otros dioses fuera de mí.Yo doy la muerte y la vida,yo causo la herida y la sano.¡Nadie puede librarse de mi poder!

40. Levanto la mano al cielo y juro:Tan cierto como que vivo para siempre,

41. es que me vengaré de mis adversarioscuando afile mi espada relucientey comience a impartir justicia.¡Daré su merecido a los que me odian!

42. Mis flechas se embriagarán de sangre,y mi espada se hartará de carne:sangre de heridos y de cautivos,cabezas de jefes enemigos.

43. ¡Alégrense, naciones, con su pueblo,porque él vengará la sangre de sus siervos.Dios se vengará de sus enemigos,y purificará su tierra y a su pueblo!

44. Moisés, acompañado de Josué, hijo de Nun, se presentó ante todo el pueblo de Israel y les recitó completo este cántico.

45. Cuando Moisés terminó de recitar a todo Israel el cántico,

46. les dijo:—Mediten bien en todas estas palabras con las que hoy doy testimonio contra ustedes y díganles a sus hijos que cumplan fielmente todas las cláusulas de esta ley.

47. Porque no son palabras que ustedes deban tomar a la ligera, sino que de ellas depende su vida; y por ellas prolongarán sus días en la tierra que van a tomar en posesión al otro lado del Jordán.

48. Aquel mismo día el Señor le dijo a Moisés:

49. —Sube a las montañas de Abarín, al monte Nebo, en el territorio de Moab, enfrente de Jericó, y contempla la tierra de Canaán que voy a dar en posesión a los israelitas.

50. Allí, en el monte al que vas a subir, morirás y te reunirás con tus antepasados, al igual que tu hermano Aarón, que murió en el monte Hor y fue a reunirse con sus antepasados.

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