Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Deuteronomio 26:4-18 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

4. El sacerdote tomará la cesta que tú le entregues y la depositará ante el altar del Señor tu Dios;

5. entonces tú dirás ante el Señor tu Dios: «Un arameo errante era mi padre. Bajó a Egipto y allí vivió como emigrante con un puñado de personas convirtiéndose en una nación grande, fuerte y numerosa.

6. Pero los egipcios nos maltrataron, nos hicieron sufrir y nos impusieron una dura esclavitud.

7. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros antepasados, y él escuchó nuestras súplicas y vio nuestra miseria, nuestras fatigas y nuestra opresión.

8. Por eso el Señor nos sacó de Egipto con gran poder y destreza sin igual, con terribles portentos, señales y prodigios;

9. nos condujo a este lugar y nos dio esta tierra que mana leche y miel.

10. Por eso ofrezco ahora los primeros frutos que produce esta tierra que tú Señor, me has dado».Acto seguido, pondrás la cesta delante del Señor tu Dios y te postrarás ante él.

11. Después festejarás con alegría los bienes que el Señor tu Dios te haya dado a ti y a tu familia. Se unirán a tu celebración los levitas e inmigrantes que viven en medio de ti.

12. En el tercer año, el año del diezmo, cuando ya hayas apartado el diezmo de todas tus cosechas y se lo hayas dado al levita, al inmigrante, al huérfano y a la viuda, para que coman y se sacien en tus ciudades,

13. declararás ante el Señor tu Dios: «Ya he retirado de mi casa la porción consagrada a ti, y se la he dado al levita, al inmigrante, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que tú me mandaste. No he desobedecido ninguno de tus mandamientos ni los he olvidado.

14. Mientras estuve de luto no comí nada de lo consagrado; tampoco lo he apartado encontrándome en estado de impureza ni lo he ofrecido a un muerto. Te he obedecido, Señor mi Dios, y he cumplido todo lo que me has ordenado.

15. Mira desde el cielo, desde tu santa morada, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos has dado, tal como se lo juraste a nuestros antepasados: una tierra que mana leche y miel».

16. Hoy el Señor tu Dios te ordena cumplir estas normas y preceptos. Pon todo tu corazón en cumplirlos; pon todo tu empeño en ponerlos en práctica.

17. Hoy has declarado que el Señor es tu Dios y seguirás sus caminos, que lo obedecerás y cumplirás sus estatutos, normas y preceptos.

18. También el Señor ha declarado hoy que tú serás el pueblo de su propiedad, tal como te había prometido; y tú cumplirás todos sus mandamientos.

Leer capítulo completo Deuteronomio 26