30. Después el rey encomendó cargos de gobierno a Sadrac, Mesac y Abednegó en la provincia de Babilonia.
31. El rey Nabucodonosor, a la gente de todos los pueblos, naciones y lenguas de toda la tierra: ¡Que su paz aumente día a día!
32. Me complace hacerlos partícipes de las señales y prodigios que el Dios Altísimo ha tenido a bien hacer conmigo.