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2 Samuel 14:14-20 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

14. Todos hemos de morir, pues somos como agua derramada en tierra que no puede recogerse. Dios no quiere quitar la vida*. Al contrario, desea que el desterrado no siga alejado de él.

15. Si yo he venido a hablar a su majestad de este asunto, ha sido porque la gente me ha asustado y me he dicho: «Voy a hablar con el rey, a ver si quiere hacer lo que su sierva le pide,

16. escuchándola y librándola del hombre que quiere arrancarnos a mí y a mi hijo juntos de la heredad de Dios».

17. Esta sierva tuya pensó: «Que la palabra del rey, mi señor, nos devuelva la paz, pues el rey, mi señor, es como un enviado de Dios que sabe discernir entre el bien y el mal». Que el Señor, tu Dios, esté contigo.

18. El rey contestó a la mujer:—Por favor, responde sinceramente a mi pregunta.La mujer dijo:—Habla, majestad.

19. El rey le preguntó:—¿No te ha metido Joab en todo este asunto?La mujer respondió:—¡Por tu vida! Su majestad ha acertado plenamente en lo que acaba de decir. Efectivamente ha sido tu siervo Joab quien me ha mandado y el que me ha sugerido todas mis intervenciones.

20. Tu siervo Joab ha actuado así para cambiar la actual situación, pero mi señor tiene la sabiduría de un enviado de Dios y conoce todo lo que sucede en el país.

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