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2 Reyes 4:13-32 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

13. Eliseo ordenó a su criado que le dijese:—Ya que te has tomado todas estas molestias por nosotros, dinos qué podemos hacer por ti. ¿Necesitas pedir algo al rey o al jefe del ejército?Pero ella respondió:—Vivo a gusto entre mi gente.

14. Eliseo insistió:—¿Qué podríamos hacer por ella?Entonces Guejazí sugirió:—No sé. No tiene hijos y su marido es viejo.

15. Eliseo dijo:—Llámala.La llamó y ella se quedó en la puerta.

16. Eliseo le dijo:—El año que viene por estas fechas estarás abrazando a un hijo.Ella respondió:—¡No, señor mío, hombre de Dios! ¡No engañes a tu servidora!

17. Pero la mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo al año siguiente por aquellas fechas, tal como le había anunciado Eliseo.

18. El niño creció. Un día, en que salió a ver a su padre que estaba con los segadores,

19. le dijo:—¡Se me estalla la cabeza!El padre ordenó a un criado:—Llévaselo a su madre.

20. El criado lo llevó a su madre y ella lo tuvo sentado en su regazo hasta el mediodía. Pero el niño murió.

21. La mujer lo subió, lo acostó en la cama del profeta, cerró la puerta y salió.

22. Luego llamó a su marido y le dijo:—Mándame a un criado con una burra; quiero ir corriendo a ver al profeta y regresaré inmediatamente.

23. Él le preguntó:—¿Cómo es que vas a visitarlo hoy, si no es luna nueva ni sábado?Ella contestó:—No te preocupes.

24. La mujer aparejó la burra y ordenó a su criado:—Llévame, camina y no me detengas hasta que yo te lo ordene.

25. Partió y llegó al monte Carmelo, donde estaba el profeta. Al verla de lejos, el profeta dijo a su criado Guejazí:—Por ahí viene la sunamita.

26. Corre a su encuentro y pregúntale como están ella, su marido y su hijo.Ella respondió:—Estamos bien.

27. Cuando llegó al monte en donde estaba el profeta, ella se abrazó a sus pies. Guejazí se acercó para apartarla, pero el profeta le dijo:—Déjala, que está llena de amargura. El Señor me lo había ocultado, sin hacérmelo saber.

28. Ella le dijo:—¿Acaso te pedí yo un hijo? ¿No te advertí que no me engañaras?

29. Eliseo ordenó a Guejazí:—Prepárate, coge mi bastón y ponte en camino. Si encuentras a alguien, no lo saludes; y si alguien te saluda, no le respondas. Luego pones mi bastón en la cara del niño.

30. La madre del niño le dijo:—Juro por el Señor y por tu vida, que no me iré sin ti.Entonces Eliseo se levantó y partió detrás de ella.

31. Guejazí se les había adelantado y había puesto el bastón sobre la cara del niño, pero no obtuvo respuesta ni señales de vida. Entonces salió al encuentro de Eliseo y le dijo:—El niño no ha despertado.

32. Eliseo entró en la casa y encontró al niño muerto y acostado en su cama.

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