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2 Reyes 20:3-12 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

3. —¡Ay, Señor! recuerda que me he comportado con fidelidad y rectitud en tu presencia, haciendo lo que te agrada.Y rompió a llorar a lágrima viva.

4. Antes de que Isaías hubiese salido del patio, le llegó este mensaje del Señor:

5. —Vuelve y dile a Ezequías, el jefe de mi pueblo: «Así dice el Señor, Dios de tu antepasado David: He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a curarte, y dentro de tres días podrás ir al Templo del Señor.

6. Voy a alargar tu vida otros quince años; libraré a ti y a esta ciudad de caer en poder del rey de Asiria, y la defenderé por mi honor y el de David, mi servidor».

7. Luego Isaías ordenó:—Tráiganme una torta de higos.Se la llevaron, la aplicaron sobre la parte enferma y Ezequías sanó.

8. Entonces Ezequías preguntó a Isaías:—¿Cuál será la señal de que el Señor me curará y de que en tres días podré ir al Templo?

9. Isaías le respondió:—Esta será la señal de que el Señor cumplirá la promesa que te ha hecho. ¿Qué prefieres, que la sombra avance diez grados o que retroceda otros tantos?

10. Ezequías dijo:—Lo normal es que la sombra avance. Prefiero que retroceda diez grados.

11. Entonces el profeta Isaías invocó al Señor, y el Señor hizo que la sombra retrocediera diez grados en el reloj de sol de Ajaz.

12. Por entonces* el rey de Babilonia, Merodac Baladán, hijo de Baladán, mandó una carta y un regalo a Ezequías, pues se había enterado de que estaba enfermo.

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