12. Estos son los levitas que intervinieron: Májat, hijo de Amasay, y Joel, hijo de Azarías, descendientes de Queat; Quis, hijo de Abdí, y Azarías, hijo de Jalelel, descendientes de Merarí; Joaj, hijo de Zimá, y su hijo Eden, descendientes de Guersón;
13. Simrí y Jiel, descendientes de Elisafán; Zacarías y Matanías, descendientes de Asaf;
14. Jejiel y Simeí, descendientes de Hemán; y Semaías y Uziel, descendientes de Jedutún.
15. Ellos reunieron a sus hermanos, se purificaron y fueron a limpiar el Templo como había ordenado el rey a instancias del Señor.
16. Los sacerdotes entraron en el interior del Templo para limpiarlo y sacaron al atrio todas las cosas impuras que encontraron en el Templo; luego los levitas las recogieron para tirarlas fuera, al torrente Cedrón.
17. El día uno del primer mes comenzaron la purificación, el día ocho llegaron a la nave del Templo y dedicaron otros ocho días a la purificación del Templo, que concluyeron el día dieciséis del primer mes.
18. Entonces se presentaron ante el rey Ezequías y le dijeron:—Ya hemos limpiado todo el Templo del Señor: el altar del holocausto con todos sus utensilios y la mesa de los panes de la ofrenda con los suyos.
19. También hemos reparado y purificado todos los objetos que profanó el rey Ajaz con sus infidelidades durante su reinado, y los hemos dejado ante el altar del Señor.
20. A la mañana siguiente el rey Ezequías reunió a las autoridades de la ciudad y subió al Templo.
21. Llevaron siete novillos, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para expiar los pecados de la monarquía, del santuario y de Judá; acto seguido el rey ordenó a los sacerdotes descendientes de Aarón que los ofreciesen en holocausto sobre el altar del Señor.
22. Los sacerdotes sacrificaron los novillos, recogieron la sangre y la derramaron sobre altar; y lo mismo hicieron con los carneros y los corderos.
23. Luego acercaron los chivos expiatorios ante el rey y ante la comunidad, que pusieron sus manos sobre ellos;
24. por su parte, los sacerdotes los sacrificaron y derramaron su sangre sobre el altar en expiación por los pecados de todo Israel, pues el rey había ordenado que el holocausto y el sacrificio se ofreciesen por todo Israel.
25. A continuación el rey hizo instalar en el Templo a los levitas con platillos, salterios y cítaras, según lo dispuesto por David, por Gad, el vidente del rey, y por el profeta Natán; lo hicieron según la orden divina transmitida por los profetas.
26. Los levitas estaban de pie con los instrumentos musicales de David, y los sacerdotes, con las trompetas.