Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 5:19-28 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

19. Por eso, he decidido construir un Templo en honor del Señor, mi Dios, cumpliendo lo que dijo el Señor a mi padre David: «Tu hijo, al que haré tu sucesor en el trono, será quien construya un Templo en mi honor».

20. Ordena, pues, que me corten cedros del Líbano. Mis servidores ayudarán a los tuyos y yo te pagaré el salario que me pidas por ellos, pues ya sabes que nosotros no tenemos taladores tan expertos como los sidonios.

21. Cuando Jirán escuchó el mensaje de Salomón, se alegró mucho y exclamó:—¡Bendito sea el Señor, que le ha dado a David un hijo sabio para gobernar a tan gran pueblo!

22. Luego Jirán mandó decir a Salomón:—He recibido tu petición. Yo te prepararé toda la madera de cedro y de pino que quieras.

23. Mis servidores la bajarán desde el Líbano hasta el mar y haré que la transporten en almadías por el mar al lugar que me indiques. Allí desatarán las almadías y luego los tuyos se encargarán de acarrearla. Tú, por tu parte, me corresponderás, abasteciendo mi palacio de alimentos.

24. Jirán dio a Salomón toda la madera de cedro y de pino que quiso

25. y Salomón, por su parte, entregó a Jirán unas cuatro mil quinientas toneladas de trigo para alimento de su palacio y noventa hectólitros de aceite puro de oliva. Esto era lo que Salomón pagaba anualmente a Jirán.

26. El Señor, pues, concedió sabiduría a Salomón, tal como le había prometido. Jirán y Salomón vivieron en paz y firmaron un tratado.

27. Salomón decretó un reclutamiento de trabajo obligatorio por todo Israel: reclutó a treinta mil hombres

28. y los envió al Líbano en turnos de diez mil por mes. Así, pasaban un mes en el Líbano y dos meses en casa. Adonirán estaba al mando del trabajo obligatorio.

Leer capítulo completo 1 Reyes 5