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1 Reyes 3:21-27 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

21. Cuando me levanté por la mañana a dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto. Pero a la luz del día lo observé atentamente y descubrí que ese no era el hijo que yo había dado a luz.

22. La otra mujer replicó:—¡No! Mi hijo es el vivo y el tuyo, el muerto.Pero la primera insistía:—¡No! Tu hijo es el muerto y el mío, el vivo.Y se pusieron a discutir delante del rey.

23. Entonces el rey dijo:—Una dice: «Mi hijo es este, el que está vivo, y el tuyo es el muerto». Y la otra replica: «No, tu hijo es el muerto y mi hijo, el vivo».

24. Y añadió:—Tráiganme una espada.Le llevaron una espada

25. y el rey ordenó:—Partan en dos al niño vivo y denle una mitad a una y la otra mitad a la otra.

26. Entonces la madre del niño vivo, profundamente angustiada por su hijo, suplicó al rey:—Majestad, denle a ella el niño vivo. ¡No lo maten!La otra, en cambio, decía:—¡Ni para ti ni para mí! ¡Que lo partan!

27. Entonces el rey sentenció:—Denle a aquella mujer el niño vivo y no lo maten, porque esa es su madre.

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