Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 2:20-27 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

20. y le dijo:—Quiero pedirte un pequeño favor que, espero, no me negarás.El rey le respondió:—Madre, pídelo, que no te lo negaré.

21. Ella le dijo:—Dale a tu hermano Adonías por esposa a Abisag la sunamita.

22. Pero el rey Salomón respondió a su madre:—¿Cómo es que me pides a Abisag, la sunamita, para Adonías? ¡Podías pedirme también la realeza para él*, puesto que es mi hermano mayor y tiene de su parte al sacerdote Abiatar y a Joab, el hijo de Seruyá!

23. Luego el rey Salomón juró por el Señor:—¡Que Dios me castigue, si a Adonías no le cuesta la vida haber hecho esa petición!

24. ¡Juro por el Señor, que me ha asentado firmemente en el trono de mi padre David y que me ha dado una dinastía, como había prometido, que hoy mismo morirá Adonías!

25. Entonces el rey Salomón envió a Benaías, el hijo de Joyadá, para que lo ejecutara, y Adonías murió.

26. En cuanto al sacerdote Abiatar, el rey le dijo:—¡Márchate a Anatot, a tus tierras! Estás condenado a muerte, pero hoy no voy a matarte, ya que llevaste el Arca del Señor Dios, delante de mi padre David y lo acompañaste en todas sus desgracias.

27. Y Salomón destituyó a Abiatar de su cargo de sacerdote del Señor, cumpliendo la sentencia que el Señor había pronunciado contra la casa de Elí en Siló.

Leer capítulo completo 1 Reyes 2