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1 Reyes 13:1-9 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Mientras Jeroboán estaba junto al altar quemando incienso, llegó a Betel desde Judá un hombre de Dios enviado por el Señor,

2. que se puso a gritar contra el altar, por orden del Señor:—¡Altar, altar! Esto dice el Señor: «Nacerá un descendiente de David, llamado Josías, que sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los santuarios que ofrecen incienso sobre ti y quemará sobre ti huesos humanos».

3. E inmediatamente el profeta ofreció una señal, diciendo:—He aquí la prueba de lo que el Señor ha dicho: el altar va a romperse en pedazos y se esparcirán las cenizas que hay en él.

4. Cuando el rey escuchó las palabras que el profeta gritaba contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar y ordenó:—Apresadlo.Pero la mano que había levantado contra él se le quedó rígida y no podía bajarla.

5. El altar se rompió en pedazos y se esparcieron sus cenizas, de acuerdo con la señal que el hombre de Dios había anunciado por orden del Señor.

6. Entonces el rey suplicó al hombre de Dios:—Por favor, aplaca al Señor, tu Dios, e intercede por mí para que pueda mover mi mano.El hombre de Dios aplacó al Señor y el rey volvió a mover su mano, que se le quedó como antes.

7. Luego el rey le dijo:—Acompáñame a palacio a comer algo, que quiero hacerte un regalo.

8. Pero el hombre de Dios respondió al rey:—No iré contigo, ni aunque me dieses la mitad de tu palacio. No puedo comer ni beber nada en este lugar,

9. pues el Señor me ha ordenado que no coma ni beba nada, ni regrese por el mismo camino que he venido.

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