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1 Reyes 1:30-35 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

30. Hoy mismo voy a cumplir lo que te juré ante el Señor, Dios de Israel, cuando te prometí que tu hijo Salomón me sucedería como rey y se sentaría en el trono en mi lugar.

31. Betsabé se inclinó rostro en tierra, hizo una reverencia al rey y dijo:—¡Viva siempre mi señor, el rey David!

32. Luego David ordenó:—Llámenme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, el hijo de Joyadá.Ellos se presentaron ante el rey

33. y él les dijo:—Tomen con ustedes a los servidores reales, suban a Salomón en mi propia mula y llévenlo a Guijón.

34. Una vez allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo consagrarán como rey de Israel. Entonces tocarán la trompeta y gritarán: «¡Viva el rey Salomón!».

35. Luego subirán tras él, y cuando llegue aquí se sentará en mi trono y empezará a reinar en mi lugar, pues lo he designado jefe de Israel y de Judá.

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