Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Crónicas 17:14-25 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

14. Lo estableceré en mi casa y en mi reino eternamente y su trono quedará consolidado para siempre».

15. Natán comunicó a David todas estas palabras y visiones.

16. Entonces el rey David entró a presentarse ante el Señor y dijo:—¿Quién soy yo, Dios, el Señor, y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí?

17. Y por si te pareciera poco, oh Dios, te has referido a la dinastía de tu siervo para el futuro y me has tratado como a una persona importante, Dios, el Señor.

18. ¿Qué más podría yo añadirte en relación con el honor de que has revestido a tu siervo, si tú me conoces de sobra?

19. Señor, por amor a tu siervo y según tu voluntad has realizado toda esta gran obra, para dar a conocer todas tus maravillas.

20. Señor, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, por todo lo que ha llegado a nuestros oídos.

21. ¿Qué otra nación hay en la tierra que sea como tu pueblo, Israel, a quien Dios haya ido a rescatar para convertirlo en su pueblo y hacerte famoso con grandes hazañas y prodigios y expulsando a las naciones ante tu pueblo, al que rescataste de Egipto?

22. Has hecho a tu pueblo, Israel, pueblo tuyo para siempre y tú, Señor, te has convertido en su Dios.

23. Así pues, Señor, que se confirme para siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su familia, y cumple cuanto has dicho.

24. Que se confirme, para que tu nombre sea siempre famoso y puedan decir: «El Señor del universo es el Dios de Israel». Y que la casa de tu siervo David se mantenga en tu presencia.

25. Puesto que tú, mi Dios, has revelado a tu siervo que le edificarás una dinastía, por eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte esta plegaria.

Leer capítulo completo 1 Crónicas 17