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Santiago 4:4-14 La Palabra Versión Española (BLP)

4. ¡Gente infiel! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien pretende tener al mundo por amigo, se hace enemigo de Dios.

5. Pues no dice en vano la Escritura: «Dios ama celosamente al espíritu que puso en nosotros».

6. Aunque su benevolencia es siempre mayor, y por eso dice también la Escritura: Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes.

7. Someteos, pues, a Dios y resistid al diablo, que no tendrá más remedio que huir.

8. Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. ¡Limpiad vuestras manos, pecadores! ¡Purificad vuestros corazones, los que os portáis con doblez!

9. Reconoced vuestra miseria; llorad y lamentaos: que la risa se os convierta en llanto, y en tristeza la alegría.

10. Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.

11. Hermanos, no habléis mal unos de otros. Quien critica a su hermano o se erige en su juez, está criticando y juzgando a la ley. Y si juzgas a la ley, no eres su cumplidor, sino su juez.

12. Mas solo hay uno que es al mismo tiempo legislador y juez; solo uno que tiene poder para salvar y condenar. ¿Quién eres tú, entonces, para erigirte en juez del prójimo?

13. En cuanto a vosotros, los que decís: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad y pasaremos allí el año negociando y enriqueciéndonos»,

14. ¿sabéis, acaso, qué os sucederá mañana? Pues vuestra vida es como una nube de vapor, que aparece un instante y al punto se disipa.

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