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Santiago 2:5-18 La Palabra Versión Española (BLP)

5. Escuchad, hermanos míos queridos: Dios ha elegido a los pobres del mundo, para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.

6. ¡Pero vosotros despreciáis al pobre! Y, sin embargo, son los ricos los que os tiranizan y os arrastran ante los tribunales.

7. Son ellos los que deshonran el hermoso nombre [de Jesús], que fue invocado sobre vosotros.

8. Vuestra conducta será buena si cumplís la suprema ley de la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

9. Pero si os dejáis llevar de favoritismos, cometéis pecado y la ley os acusa como transgresores.

10. Porque, aunque observéis toda la ley, si quebrantáis un solo mandato, os hacéis culpables de todos,

11. ya que quien dijo: No cometas adulterio, dijo también: No mates. Si, pues, no cometes adulterio, pero matas, eres igualmente transgresor de la ley.

12. Así que hablad y actuad como quienes van a ser juzgados por una ley de libertad.

13. Y tened en cuenta que será juzgado sin compasión quien no practicó la compasión. La compasión, en cambio, saldrá triunfante del juicio.

14. ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, alardear de fe, si carece de obras? ¿Podrá salvarlo esa fe?

15. Imaginad el caso de un hermano o una hermana que andan mal vestidos y faltos del sustento diario.

16. Si acuden a vosotros y les decís: «Dios os ampare, hermanos; que encontréis con qué abrigaros y con qué matar el hambre», pero no les dais nada para remediar su necesidad corporal, ¿de qué les servirán vuestras palabras?

17. Así es la fe: si no produce obras, está muerta en su raíz.

18. Se puede también razonar de esta manera: tú dices que tienes fe; yo, en cambio, tengo obras. Pues a ver si eres capaz de mostrarme tu fe sin obras, que yo, por mi parte, mediante mis obras te mostraré la fe.

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