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Romanos 13:3-12 La Palabra Versión Española (BLP)

3. Los gobernantes, en efecto, no están para intimidar a los buenos, sino a los malos. ¿Aspiras a no tener miedo de la autoridad? Pues pórtate bien, y solo elogios recibirás de ella,

4. ya que está al servicio de Dios para hacer el bien. Pero, si te portas mal, teme lo peor, pues no en vano está dotada de poderes eficaces al servicio de Dios para castigar severamente a los que hacen el mal.

5. Es preciso, por tanto, que acatéis la autoridad, y no solo por miedo al castigo, sino como un deber de conciencia.

6. Dígase lo mismo de los impuestos que pagáis; quienes os los exigen son como representantes de Dios, dedicados precisamente a ese cometido.

7. Dad a cada uno lo que le corresponda, lo mismo si se trata de impuestos que de contribuciones, de respeto que de honores.

8. Si con alguno tenéis deudas, que sean de amor, pues quien ama al prójimo ha cumplido la ley.

9. Porque el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás y cualquier otro posible mandamiento se resume en estas palabras: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

10. El que ama no hace daño al prójimo; o sea, que el amor constituye la plenitud de la ley.

11. Conocéis, además, el momento especial en que vivimos: que ya es hora de despertar del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando empezamos a creer.

12. La noche está avanzada, el día a punto de llegar. Así que renunciemos a las obras de las tinieblas y equipémonos con las armas de la luz.

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