5. de la misma manera nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y en ese cuerpo cada uno es un miembro al servicio de los demás.
6. Y puesto que tenemos dones diferentes según la gracia que Dios nos ha otorgado, a quien haya concedido hablar en su nombre, hágalo sin apartarse de la fe;
7. el que sirve, que lo haga con diligencia; el que enseña, con dedicación;
8. el que exhorta, aplicándose a exhortar; el encargado de repartir a los necesitados, hágalo con generosidad; el que preside, con solicitud; y el que practica la misericordia, con alegría.
9. No hagáis de vuestro amor una comedia. Aborreced el mal y abrazad el bien.
10. Amaos de corazón unos a otros como hermanos y que cada uno aprecie a los otros más que a sí mismo.
11. Si se trata de esforzaros, no seáis perezosos; manteneos espiritualmente fervientes y prontos para el servicio del Señor.
12. Vivid alegres por la esperanza, animosos en la tribulación y constantes en la oración.
13. Solidarizaos con las necesidades de los creyentes; practicad la hospitalidad;
14. bendecid a los que os persiguen y no maldigáis jamás.
15. Alegraos con los que están alegres y llorad con los que lloran.
16. Vivid en plena armonía unos con otros. No ambicionéis grandezas, antes bien poneos al nivel de los humildes. Y no presumáis de inteligentes.
17. A nadie devolváis mal por mal. Esforzaos en hacer el bien ante cualquiera.
18. En cuanto de vosotros dependa, haced lo posible por vivir en paz con todo el mundo.
19. Y no os toméis la justicia por vuestra mano, queridos míos; dejad que sea Dios quien castigue, según dice la Escritura: A mí me corresponde castigar; yo daré a cada cual su merecido—dice el Señor—.