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Mateo 26:25-41 La Palabra Versión Española (BLP)

25. Judas, el traidor, le preguntó:— ¿Acaso soy yo, Maestro?Jesús le contestó:— Tú lo has dicho.

26. Durante la cena, Jesús tomó pan, bendijo a Dios, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:— Tomad, comed: esto es mi cuerpo.

27. Tomó luego en sus manos una copa, dio gracias a Dios y la pasó a sus discípulos, diciendo:— Bebed todos de ella,

28. porque esto es mi sangre, con la que Dios confirma la alianza, y que va a ser derramada en favor de todos para perdón de los pecados.

29. Os digo que no volveré a beber de este fruto de la vid hasta el día aquel en que beba con vosotros un vino nuevo en el reino de mi Padre.

30. Cantaron después el himno* y salieron hacia el monte de los Olivos.

31. Jesús les dijo entonces:— Esta noche todos me abandonaréis, porque así lo dicen las Escrituras: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño.

32. Pero después de mi resurrección iré antes que vosotros a Galilea.

33. Pedro le contestó:— ¡Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré!

34. Jesús insistió:— Te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, tú me habrás negado tres veces.

35. Pedro insistió:— ¡Yo no te negaré, aunque tenga que morir contigo!Y lo mismo decían los otros discípulos.

36. Llegó Jesús, acompañado de sus discípulos, al lugar llamado Getsemaní, y les dijo:— Quedaos aquí sentados mientras yo voy un poco más allá a orar.

37. Se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentirse afligido y angustiado;

38. entonces les dijo:— Me está invadiendo una tristeza de muerte. Quedaos aquí y velad conmigo.

39. Se adelantó unos pasos más y, postrándose rostro en tierra, oró así:— Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.

40. Volvió entonces a donde estaban los discípulos y, al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:— ¿Ni siquiera habéis podido velar una hora conmigo?

41. Velad y orad para que no desfallezcáis en la prueba. Es cierto que tenéis buena voluntad, pero os faltan las fuerzas.

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