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Mateo 23:11-30 La Palabra Versión Española (BLP)

11. El más grande entre vosotros será el que se ponga al servicio de los demás.

12. Al que se ensalce a sí mismo, Dios lo humillará; pero al que se humille a sí mismo, Dios lo ensalzará.

13. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis a la gente la entrada en el reino de los cielos! Ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren entrar.

14. [¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que devoráis las haciendas de las viudas y que, para disimular, pronunciáis largas oraciones! Por eso vosotros recibiréis mayor castigo].

15. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que recorréis tierra y mar en busca de un prosélito* y, cuando lo habéis conseguido, hacéis de él un modelo de maldad dos veces peor que vosotros mismos!

16. ¡Ay de vosotros, guías de ciegos, que decís: «Jurar por el Templo no compromete a nada. Lo que compromete es jurar por el oro del Templo»!

17. ¡Estúpidos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el Templo por el que el oro queda consagrado?

18. Y decís también: «Jurar por el altar no compromete a nada. Lo que compromete es jurar por la ofrenda que está sobre el altar».

19. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar por el que la ofrenda queda consagrada?

20. El que jura por el altar, jura también por todo lo que hay sobre él;

21. el que jura por el Templo, jura también por aquel que vive dentro de él.

22. Y el que jura por el cielo, jura también por el trono de Dios y por Dios mismo, que se sienta en ese trono.

23. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que ofrecéis a Dios el diezmo de la menta, del anís y del comino, pero no os preocupáis de lo más importante de la ley, que es la justicia, la misericordia y la fe! Esto último es lo que deberíais hacer, aunque sin dejar de cumplir también lo otro.

24. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!

25. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro siguen sucios con el producto de vuestra rapacidad y codicia!

26. ¡Fariseo ciego, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera!

27. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que sois como sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muerto y podredumbre!

28. Así también vosotros: os hacéis pasar por justos delante de la gente, pero vuestro interior está lleno de hipocresía y maldad.

29. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que construís los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos funerarios de los justos

30. diciendo: «Si nosotros hubiéramos vivido en los tiempos de nuestros antepasados, no nos habríamos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas»!

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