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Mateo 21:25-41 La Palabra Versión Española (BLP)

25. ¿De quién recibió Juan el encargo de bautizar: del cielo o de los hombres?Ellos se pusieron a razonar entre sí: «Si contestamos que lo recibió de Dios, él nos dirá: “¿Por qué, pues, no le creísteis?”

26. Y si decimos que lo recibió de los hombres, corremos el peligro de la reacción del pueblo, porque todos tienen a Juan por profeta».

27. Así que respondieron a Jesús:— No lo sabemos.A lo que él replicó:— Pues tampoco yo os diré con qué derecho hago todo esto.

28. —¿Qué os parece? Una vez, un hombre que tenía dos hijos le dijo a uno de ellos: «Hijo, hoy tienes que ir a trabajar a la viña».

29. El hijo contestó: «No quiero ir». Pero más tarde cambió de idea y fue.

30. Lo mismo le dijo el padre al otro hijo, que le contestó: «Sí, padre, iré». Pero no fue.

31. Decidme, ¿cuál de los dos cumplió el mandato de su padre?Ellos respondieron:— El primero.Y Jesús añadió:— Pues os aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van a entrar en el reino de Dios antes que vosotros.

32. Porque vino Juan* mostrando con su vida cómo se debe cumplir la voluntad de Dios, y no le creísteis; en cambio, sí le creyeron los recaudadores de impuestos y las prostitutas. Y vosotros lo visteis, pero ni aun así cambiasteis de actitud dándole crédito.

33. Escuchad esta otra parábola: Una vez un padre de familia plantó una viña*, la cercó con una valla, construyó un lagar y levantó en ella una torre; luego la arrendó a unos labradores y se fue de viaje.

34. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió sus criados para percibir de los labradores el fruto que le correspondía.

35. Pero los labradores, cayendo sobre los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.

36. El amo envió otros criados, en mayor número que la primera vez; pero los labradores hicieron lo mismo con ellos.

37. Por último envió a su propio hijo, pensando: «A mi hijo lo respetarán».

38. Pero cuando los labradores vieron que se trataba del hijo del amo, se dijeron: «Este es el heredero. Matémoslo, y apoderémonos de su herencia».

39. Y, echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo asesinaron.

40. Por tanto, cuando venga el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?

41. Contestaron a Jesús:— Son unos miserables; los hará perecer sin compasión y confiará la viña a otros labradores que le entreguen a su tiempo el fruto que le corresponda.

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