Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 12:11-30 La Palabra Versión Española (BLP)

11. Jesús les contestó:— ¿Quién de vosotros, si tiene una sola oveja y se le cae a un pozo en sábado, no irá a sacarla?

12. Pues una persona vale mucho más que una oveja. ¡De modo que está permitido en sábado hacer el bien!

13. Entonces dijo al enfermo:— Extiende tu mano.Él la extendió y recuperó el movimiento, como la otra.

14. Los fariseos, por su parte, se reunieron, al salir, y se confabularon para matar a Jesús.

15. Jesús, al saberlo, se fue de allí. Mucha gente lo seguía, y él curaba a todos los que estaban enfermos,

16. si bien les ordenaba que no divulgaran que había sido él.

17. Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías:

18. Este es mi siervo, a quien yo he elegido; lo amo y me complazco en él. Le daré mi espíritu y llevará mi enseñanza a todos los pueblos.

19. No disputará con nadie no andará dando gritos, ni se oirá su voz por las calles.

20. No romperá la caña quebrada ni apagará el pábilo humeante hasta que haga triunfar la justicia.

21. Y en él pondrán los pueblos su esperanza.

22. Llevaron entonces ante Jesús a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio. Jesús lo sanó, de manera que el mudo comenzó a hablar y a ver.

23. Todos los que presenciaron esto decían asombrados:— ¿Será este el Hijo de David?

24. Pero los fariseos, al oírlo, replicaron:— Si este expulsa a los demonios, es porque Belzebú, el propio jefe de los demonios, le da el poder para expulsarlos.

25. Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo:— Si una nación se divide en bandos, se destruye a sí misma. Y si una ciudad o una familia se divide en bandos, no puede subsistir.

26. Si Satanás expulsa a Satanás y actúa, por tanto, contra sí mismo, ¿cómo podrá mantener su poder?

27. Y si Belzebú me da a mí el poder para expulsar demonios, ¿quién se lo da a vuestros propios seguidores? ¡Ellos mismos son la demostración de vuestro error!

28. Ahora bien, si yo expulso los demonios por el poder del Espíritu de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros.

29. ¿Quién puede entrar en casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si primero no ata a ese hombre fuerte? Solamente entonces podrá saquear su casa.

30. El que no está a mi favor, está contra mí; el que conmigo no recoge, desparrama.

Leer capítulo completo Mateo 12