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Marcos 8:26-35 La Palabra Versión Española (BLP)

26. Después Jesús lo mandó a su casa, encargándole que ni siquiera entrase en la aldea.

27. Jesús y sus discípulos se fueron a las aldeas de Cesarea de Filipo. Por el camino les preguntó:— ¿Quién dice la gente que soy yo?

28. Ellos contestaron:— Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que alguno de los profetas.

29. Jesús volvió a preguntarles:— Y vosotros, ¿quién decís que soy?Entonces Pedro declaró:— ¡Tú eres el Mesías!

30. Pero Jesús les mandó que no hablaran a nadie sobre él.

31. Entonces Jesús empezó a explicarles que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho; que había de ser rechazado por los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que luego lo matarían, pero que al tercer día resucitaría.

32. Les hablaba con toda claridad. Pedro entonces, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.

33. Pero Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, reprendió a su vez a Pedro, diciéndole:— ¡Apártate de mí, Satanás! ¡Tú no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente!

34. Luego Jesús convocó a la gente y a sus propios discípulos y les dijo:— Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme.

35. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por mi causa* y por la causa de la buena noticia, ese la salvará.

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