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Marcos 3:11-27 La Palabra Versión Española (BLP)

11. Y hasta los espíritus impuros, al verlo, se arrojaban a sus pies, gritando:— ¡Tú eres el Hijo de Dios!

12. Pero Jesús les ordenaba severamente que no lo descubrieran.

13. Después de esto, Jesús subió al monte y llamó a los que le pareció bien. Y se acercaron a él.

14. También designó a doce, a quienes constituyó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar

15. con poder para expulsar demonios.

16. Los doce designados fueron: Simón, al que puso por sobrenombre Pedro;

17. Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes llamó Boanerges, que significa «hijos del trueno»;

18. Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el cananeo

19. y Judas Iscariote, el que más tarde lo traicionó.

20. Jesús llegó a casa y otra vez se juntó tanta gente, que ni siquiera les dejaban comer.

21. Cuando algunos de sus parientes se enteraron, vinieron con la intención de llevárselo a la fuerza, porque decían que estaba loco.

22. Los maestros de la ley llegados de Jerusalén decían que Jesús estaba poseído por Belzebú, el jefe de los demonios, con cuyo poder los expulsaba.

23. Entonces Jesús los llamó y los interpeló con estas comparaciones:— ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?

24. Si una nación se divide contra sí misma, no puede subsistir.

25. Tampoco una familia que se divida contra sí misma puede subsistir.

26. Y si Satanás se hace la guerra y actúa contra sí mismo, tampoco podrá subsistir; habrá llegado a su fin.

27. Nadie puede entrar en casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes si primero no ata a ese hombre fuerte. Solamente entonces podrá saquear su casa.

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