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Marcos 15:33-44 La Palabra Versión Española (BLP)

33. Al llegar el mediodía, la tierra entera quedó sumida en oscuridad hasta las tres de la tarde.

34. A esa hora Jesús gritó con fuerza:— ¡Eloí, Eloí! ¿lemá sabaqtaní? (que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»).

35. Lo oyeron algunos de los que estaban allí y comentaron:— Mirad, está llamando a Elías.

36. Uno de ellos fue corriendo a empapar una esponja en vinagre, y con una caña se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo:— Dejad, a ver si viene Elías a librarlo.

37. Pero Jesús, lanzando un fuerte grito, murió.

38. Entonces la cortina del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

39. El comandante de la guardia, que estaba frente a Jesús, al ver cómo había muerto, dijo:— ¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!

40. Había también algunas mujeres contemplándolo todo desde lejos. Entre ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé;

41. eran las que, cuando Jesús estaba en Galilea, lo habían seguido y atendido. Y había también otras muchas que habían venido con él a Jerusalén.

42. Ya al atardecer, como era el día de la preparación, esto es, la víspera del sábado,

43. José de Arimatea*, miembro distinguido del Consejo, que esperaba también el reino de Dios, se presentó valerosamente a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

44. Pilato, extrañado de que ya hubiera muerto, mandó llamar al comandante de la guardia para preguntarle si efectivamente había muerto ya.

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