60. Poniéndose, entonces, de pie en medio de todos, el sumo sacerdote preguntó a Jesús:— ¿No tienes nada que alegar a lo que estos testifican contra ti?
61. Pero Jesús permaneció en silencio, sin contestar ni una palabra. El sumo sacerdote insistió preguntándole:— ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?
62. Jesús respondió:— Sí, lo soy. Y vosotros veréis al Hijo del hombre sentado junto al Todopoderoso y que viene entre las nubes del cielo.