23. ¡Tened cuidado! Os lo advierto todo de antemano.
24. Cuando hayan pasado los sufrimientos de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna perderá su brillo;
25. las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestes se estremecerán.
26. Entonces se verá llegar al Hijo del hombre en las nubes con gran poder y gloria.
27. Y él enviará a los ángeles para que convoquen a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, del confín de la tierra hasta el confín del cielo.
28. Fijaos en el ejemplo de la higuera: cuando veis que sus ramas se ponen tiernas y comienzan a brotarles las hojas, conocéis que el verano está cerca.
29. Pues de la misma manera, cuando veáis esto que os anuncio, sabed que el fin está cerca, a las puertas.
30. Os aseguro que no pasará la actual generación hasta que todo esto acontezca.
31. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32. En cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo. Solamente el Padre lo sabe.
33. Por tanto, procurad estar despiertos, porque no sabéis cuándo llegará el momento.