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Lucas 9:47-60 La Palabra Versión Española (BLP)

47. Pero Jesús, que se dio cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso a su lado

48. y les dijo:— El que reciba en mi nombre a este niño, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe al que me ha enviado. Porque el más insignificante entre todos vosotros, ese es el más importante.

49. Juan le dijo:— Maestro, hemos visto a uno que estaba expulsando demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros.

50. Jesús le contestó:— No se lo prohibáis, porque el que no está contra vosotros, está a vuestro favor.

51. Cuando ya iba acercándose el tiempo de su Pascua, Jesús tomó la firme decisión de dirigirse a Jerusalén.

52. Envió por delante mensajeros que entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento.

53. Pero como Jesús se dirigía a Jerusalén, los samaritanos se negaron a recibirlo.

54. Al ver esto, los discípulos Santiago y Juan dijeron:— Señor, ¿ordenamos que descienda fuego del cielo y los destruya?

55. Pero Jesús, encarándose con ellos, los reprendió con severidad.

56. Y se fueron a otra aldea.

57. Mientras iban de camino, dijo uno a Jesús:— Estoy dispuesto a seguirte adondequiera que vayas.

58. Jesús le contestó:— Las zorras tienen guaridas y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.

59. A otro le dijo:— Sígueme.A lo que respondió el interpelado:— Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.

60. Jesús le contestó:— Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú dedícate a anunciar el reino de Dios.

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