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Lucas 4:26-38 La Palabra Versión Española (BLP)

26. Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una que vivía en Sarepta, en la región de Sidón.

27. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado de su lepra, sino Naamán el sirio.

28. Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron

29. y, echando mano a Jesús, lo arrojaron fuera del pueblo y lo llevaron a un barranco de la montaña sobre la que estaba asentado el pueblo, con intención de despeñarlo.

30. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se fue.

31. Desde allí se dirigió a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y pasaba los sábados enseñando.

32. Todos quedaban impresionados por sus enseñanzas, porque les hablaba con autoridad.

33. Estaba allí, en la sinagoga, un hombre poseído por un demonio impuro que gritaba a grandes voces:

34. —¡Jesús de Nazaret, déjanos en paz! ¿Has venido a destruirnos? ¡Te conozco bien: tú eres el Santo de Dios!

35. Jesús lo increpó, diciéndole:— ¡Cállate y sal de él!Y el demonio, tirándolo al suelo delante de todos, salió de él sin hacerle ningún daño.

36. Todos quedaron asombrados y se decían unos a otros:— ¡Qué poderosa es la palabra de este hombre! ¡Con qué autoridad da órdenes a los espíritus impuros y estos salen!

37. Y la fama de Jesús se extendía por toda la comarca.

38. Al salir de la sinagoga, Jesús fue a casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con fiebre muy alta, y rogaron a Jesús que la curase.

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